Escribo para mi mismo. Porque he descubierto el placer de releer las entradas para recordar mejor lo que vi y sentí. Escribo para relatarme mi vida a mi mismo. Esto supone que, como si fuera un papel pintado mal encolado a la pared, lo que aquí relato se despega ocasionalmente de lo realmente vivido y forma burbujas, con las que se adapta esa realidad a la lógica del relato, más que al caos ilógico y nunca lineal de la vida vivida. Por eso, en consecuencia, transformo los hechos en un relato y a quien menciono, y a mi mismo, en personajes de un pliegue de la realidad, sin por ello dejar de ser sincero.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Impar

Es el fin de 2013. Los años impares, según creo yo sin fundamento, se me dan mejor que los pares. 2013, especialmente, como 1969, 1979, 1997 o 2003. Como los 3 primeros, trajo un nuevo comienzo y, con el último, marca las fronteras de una época precisa y única en mi vida. En pocos se han producido tantos cambios y hecho tanto: me he mudado de país y ciudad, dejando atrás la que pensaba que iba a ser mi vida el resto de mi vida y empezado otra distinta, que me está gustando mucho y se me presenta como la recuperación de la que es, de verdad, mía. He visitado 10 países que no conocía, durante un viaje que ahora me parece casi imposible que haya hecho, y una coda. He vuelto al trabajo, después de 2 años, y redescubierto lo mucho que me gusta mi profesión. He vuelto a Madrid, que es una de mis ciudades favoritas, y posiblemente la que más quiero.

Paso estos días en familia. Con la parte de mi familia que vive en España, salvo mi hijo. Con mis tres sobrinos, que, para mi, son los tres niños más maravillosos del mundo. El resto de mi familia está en la Argentina, salvo mi hermano, que está en algún lugar de Bolivia, haciendo un viaje distinto e igual al mío por el Pacífico.

Echo de menos el blog. Echo de menos escribir. Pero estoy viviendo tanto, que no encuentro el hueco. Posiblemente, me estoy aún reacomodando. Tengo aún cajas que abrir en casa y sigo ordenando para, como canta el poeta, me vuelve a caber el corazón.

Sin embargo, como ya estamos en invierno, no cierro con el poeta, sino con esta canción de invierno navideño que me gusta tanto: http://www.youtube.com/watch?v=ltQ5W8imQ2g.