Escribo para mi mismo. Porque he descubierto el placer de releer las entradas para recordar mejor lo que vi y sentí. Escribo para relatarme mi vida a mi mismo. Esto supone que, como si fuera un papel pintado mal encolado a la pared, lo que aquí relato se despega ocasionalmente de lo realmente vivido y forma burbujas, con las que se adapta esa realidad a la lógica del relato, más que al caos ilógico y nunca lineal de la vida vivida. Por eso, en consecuencia, transformo los hechos en un relato y a quien menciono, y a mi mismo, en personajes de un pliegue de la realidad, sin por ello dejar de ser sincero.


domingo, 1 de noviembre de 2009

Batiburrillo

8. Con la venia de Notorious y Breckenridge, a los que les escribí lo siguiente, desde Barajas, esperando a embarcar en un vuelo casi de madrugada de vuelta a Londres.

Estaba sentado frente a un grupo de turistas madrileños, discutiendo qué iban a hacer en Londres estos días (fotos a la comida en Harrods' incluidas). Eran seis, cuatro chicas y dos chicos maricas. En vez de una "gorda líder", en ese grupo había tres (las dos chicas ni gordas, ni delgadas del grupo y uno de los chicos). Cuando empecé a prestarles atención, ya habían organizado todo, todo, todo lo que iban a hacer en Londres, aunque se podían entrever los puntos de fricción (una de las chicas no quiere ir a los museos de "Chelsea", decía). Nunca se me había ocurrido pensar qué pasa cuando dos gordas líderes se encuentran en el mismo grupo. Imagino que, primero, se huelen, se reconocen; luego, colaboran, mangoneando al resto, siempre en la vanguardia, mientras se evalúan; y al final, el desenlace, la lucha dramática por la preponderancia. Estos chicos eran unos turistas del montón, pero me encantaría coincidir con ellos en un Prêt-à-Manger hacia el final de su viaje y ver cómo ha evolucionado el grupo.

El concepto de "gorda líder" no es mío, lo tomo prestado de Grog-Er, quien lo propuso hace unos
años, en el celebrado ciclo de conferencias "Planta 11, Planta 14".

9. Nunca he sido capaz de seguir la política nacional al detalle. Hay demasiado ruido, los ciclos superficiales son demasiado cortos (una semana eterna, parafraseando a Churchill) y suelen tener poco que ver con los problemas reales, con el trabajo que los políticos tendrían que estar haciendo. Hay mucha más preocupación por los procesos (la discusión entre políticos, sus ataques e insultos) que por los contenidos. Viviendo en el extranjero es más fácil desentenderse de la política nacional, lo que es una ventaja.

Dicho esto, que nadie piense que me desentiendo del todo. Cada vez que paso por España, echo un vistazo a ver cómo está el patio. Esta ultima pasada, que ha durado 18 horas, me ha bastado para hacerme pensar que, como consecuencia de la actual crisis económica -el fin del ciclo crediticio expansivo-, la sensación que da la política española, con la acumulación de casos de corrupción destapados, es de descomposición y desconcierto. Ya no quedan enanos por crecer en ninguno de los circos que son los partidos políticos -qué estructuras de poder tan horribles- y aumentan las deserciones y criticas. En el último -creo- "Vanity Fair" (España), le hacen una entevista a Carlos Solchaga -por qué Solchaga, por qué ahora-, en la que se muestra profundamente critico del Gobierno y de la situación económica, aunque sosegadamente y complaciente con el pasado, no anti-sistema. Inciso: ese mismo número incluye un reportaje sobre Tiffany's que se abre con dos fotos publicitarias de los 70 de Liza y Sofía Loren impresionantes y actualísimas. Real Stardust.

En el Reino Unido, hay una sensación de descomposición y desconcierto parecida. Aquí tiene más sentido, es más fácil de explicar -y todos necesitamos explicarnos la realidad y el presente-, ya que, a una situación económica no especialmente mejor que en España, se une el aparente final del ciclo político laborista, después de 12 años, y con unas elecciones generales dentro de unos meses. Pero en España, el ciclo está mediado, no terminado -la idea de que los políticos españoles se sigan arrastrando así hasta marzo del 2012 da miedo y asco-, así que las razones serán otras. ¿La mediocreidad, la cortedad de miras, el egoísmo, la avaricia? De los políticos.

10. Todas esas noticias politico-corruptas y económico-torpes no dejan ver en su importancia la noticia más terrible de lo que está pasando en España. Hay cosas peores, pero son "realidades" y no cosas que pasan, "noticias".

Lamentablemente, no me sorprende que ni las primeras páginas no muestren a diario, ni los noticieros no se abran todos los días con el incendio del subsuelo de las Tablas de Daimiel. Es espeluznante y muestra nuestra indiferencia e inutilidad a la hora de frenar la destrucción constante del planeta. Qué vayan todos a Copenhague, qué la gente siga confundiendo el tiempo con el clima -y pensando que veranos más largos e inviernos menos fríos es lo que nos espera-, mientras se queman las Tablas de Daimiel, que tendrían que estar inundadas de agua (lo están de fuego en vez de agua).

Se sofocarán los incendios en algún momento, la destrucción no será total, se dirá que hay un plan de recuperación -que no es posible- y que se gestionará mejor el acuífero 19 -que se usa para regar cereales en el secano manchego-, y con todo eso, pensaremos que no ha sido para tanto y que todo se puede arreglar. Es mentira. No se puede arreglar. Simplemente no reaccionamos, no nos damos cuenta, estamos demasiado ocupados con otras cosas. ¿Reaccionaremos alguna vez?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy lo peor, tendría que haberte comentado hace tiempo, sorry.

8.- Qué te voy a decir de los turistas españoles en Londres que no te haya contado antes y que tú no sepas de primera mano. En el fondo es muy divertido, hay que tomárselo con deportividad. El otro día leí un comentario de un "joven" parado que decía que la crisis la va a pasar en casa de sus padres, tomando cañitas con los amigos y ahorrando un poco de su paga para poder ir de vez en cuando a Londres a comprar discos y ropa. Era algo más joven que tú, pero no mucho.

Mal asunto el de dos gordas líderes juntas. Lucharán a ver quien "gana", porque para la gorda líder lo importante es "ganar". La que pierda fingirá que no ha pasado nada pero jurará venganza y aprovechará cualquier oportunidad para humillar a la otra, que oficialmente es su mejor amiga pero la odia con toda su alma.

Echo mucho de menos los paseíllos planta 11-planta 14...

9.- Utilizas la palabra clave al final del párrafo: mediocridad. Hace unos días leí una entrevista a la ex-Ministra de vivienda, la Trujillo. Ahora resulta que ella era la "buena" y que la nueva es la "mala" y si algo ha salido bien ha sido gracias a su gestión hace años. Por cierto, el entrevistador de turno era todo vaselina, le seguía el rollo de un modo alucinante. Esto era en ABC, no te vayas a creer. La política es sucia en todas partes, pero en España es de sainete. De sainete malón. Solchaga, a estas alturas.

10.- El Mar de Aral, el segundo (o tercer) lago más grande del mundo cuando yo estudiaba geografía, ya no existe. Al parecer no importa, o nos importa sólo a unos pocos. Hay unas imágenes espeluznantes de barcos gigantescos varados en medio de un desierto, lo que antes era el fondo (¿cauce?) del lago.

Lo de Daimiel no tiene nombre, ni perdón. Sobre todo, como dices, la indiferencia de la gente, porque con la de las autoridades ya contamos. Lo leemos en el periódico, nos preocupamos, y a renglón seguido nos vamos a tomar una caña o un café y lo olvidamos. No, no reaccionaremos hasta que no pase algo realmente grave, muy grave, y aún así. Mira la crisis financiera. Yo pensaba que realmente serviría para cambiar los modos de hacer las cosas, y no. El dinero que se ha hecho en bolsa en los últimos 6 meses ha sido a base de "derivatives" tóxicos. Hasta Warren Buffet se ha apuntado, para hacer una recuperación rápida de lo perdido el año pasado. No aprendemos.

Y dentro de tres años nos mostrarán unas fotos "oficiales" de unos patos preciosos en el acuífero de Daimiel, supuestamente recuperado, pero, como dices, el daño será irrecuperable, lo es desde hace muchísimo.

Stanwyck dijo...

Chico, tú eres lo mejor y lo pero en su mejor sentido. El que tiene que disculparse soy yo, que no estoy escribiendo con la frecuencia que debiera. Por suerte, como estoy viajando más, estoy empezando a aprovechar los vuelos para escribir.
No puedo añadir a lo que dices, porque estamos acuerdísimo. La próxima vez defiendo las pieles, las matanzas de focas, a Mariano Rajoy o algo así, para discutir un poco.
Busca ese reportaje de "Vanity Fair". Las fotos son absolutas.