Escribo para mi mismo. Porque he descubierto el placer de releer las entradas para recordar mejor lo que vi y sentí. Escribo para relatarme mi vida a mi mismo. Esto supone que, como si fuera un papel pintado mal encolado a la pared, lo que aquí relato se despega ocasionalmente de lo realmente vivido y forma burbujas, con las que se adapta esa realidad a la lógica del relato, más que al caos ilógico y nunca lineal de la vida vivida. Por eso, en consecuencia, transformo los hechos en un relato y a quien menciono, y a mi mismo, en personajes de un pliegue de la realidad, sin por ello dejar de ser sincero.


lunes, 29 de diciembre de 2008

Volvamos a jugar: soluciones

Espero que hayáis pasado unas buenas Navidades. Gracias a los que habéis participado. Estas son las soluciones.

1. "Baby, don't you want me to go. So honey, why dont you beg me to stay? For love and talk the way we used to talk, 'till we both know what we've lost. Never say the words we did before, when it was over."

Take That. "Love Ain´t Here Anymore". Pero no es por ellos que la he puesto: nunca fui fans y sólo durante su intento y fracaso en solitario, Gary Barlow fue guapo. Esta canción está aquí por Ruth Lorenzo. ¿Quién? Ruth Lorenzo: una murciana que participó en la última edición del "X Factor", que tiene un vozarrón -grita y grita y grita- y a la que estuve a punto de votar. Me hace gracia que en el Reino Unido 12 millones de personas la vieran quedar 5ª en el "X Factor", mientras que en España nadie sabe quién es. Juzgad vosotros si grita o no:




2. "... the time has come for my dreams to be heard. They will not be pushed aside and turned into your own, all cause you won't... "

Beyoncé (¿o ahora hay que decir Sasha Fierce?). "Listen". "Dreamgirls" es un exceso -aunque, comparada con cosas posteriores, parece "Interiores"-, pero a mi me encanta: resume fantásticamente la evolución del Soul y el R&B de los 60 a los 80 y, en su versión de teatro musical, fue una de las pocas buenas cosas de los momentos más duros de principios de los 80 -¡y salvó Broadway! Esta canción, que no está en el musical, tiene la mejor actuación de toda la película. Y es una canción fantástica: si alguien hubiese hecho una buena versión "bailable" o una mezcla decente -que no-, sería el "I Will Survive" de esta década (aún hay tiempo).



Si os atrevéis y bajo vuestra responsabilidad: hay una versión en castellano.


3. "Without love, there’s no reason to live. Without you, and what would I do with the love I give?"

Sister Sledge. "Thinking Of You". Después de los 2 sustos anteriores, nos ponemos más serios. Aunque es difilísimo elegir -y con perdón de Breckenbridge-, el mejor tema de las Sister Sledge; por supuesto, compuesto por Chic. Además, junto con "Love Sensation", el Roland TB-303 y la "canción escondida" número 10, es la base de algo así como la mitad de la música de baile desde mediados de los 80. Es un tema perfecto, del que es imposible cansarse de bailar. La linea del bajo -gracias, Bernard Edwards- suena en un punto indefinido entre el estómago y el corazón; al menos, yo es donde lo siento.




4. "Let me take you on a trip. Just a simple journey. A journey full of sound and beats. One that would lead you down, way out to... "

Celada. "The Underground". Uno de mis temas de "house" favoritos. Es oscuro, denso e hipnótico, como las mejores madrugadas, vampirizado por la noche, en el "after" de un "after" o en "La Démence", que fue donde lo bailé por última vez, entre un pediatra y un cardiólogo; pero esa es otra historia. Esta temporada, en la que el "house", que yo creo que se ha estancado, se dedica al "electro-estático", hay una especie de revival de la segunda mitad de los 90; por suerte, nadie ha destrozado (aún) este tema.




5. "Two people take a vow to be together and live and love each other forever. They promise to love a lifetime, funny thing, then they change their minds. They both go their separate ways and love is just a memory. But a young heart doesn't stay sad long, another love soon comes along."

Ten City. "That's The Way Love Is". Seguimos con el "house", pero vamos (casi) a sus incios: Chicago, finales de los 80. Uno de los primeros temas "pop-house" ("Ride On Time"es posterior). Es otro de mis temas favoritos de todos los tiempos y, como dije en una entrada anterior, es capaz de emocionarme hasta las lágrimas. Lo escuché por primera vez, si la memoria no me falla, en "Aire", un día que fui siguiéndole los pasos a un canario que me hacía caso a medias. Aunque fue unos años después, pero hace una eternidad, en una discoteca que ya no existe, con gente a la que hace muchísimo que no veo, cuando, en un momento de comunión cósmica, bailando este tema, me sentí tan plenamente feiz, que terminé llorando (un poquito).




6. "... pensando en no se qué, me tranquilizaré, mis huellas se desgastan, tus pistas me despistan. Dime ¿cuándo?... ¿Cuándo?"

Olé, Olé. "Voy A Mil". Creo que por llevar la contraria, siempre preferí a Olé, Olé a Mecano y a Vicky Larraz a Marta Sánchez. Esta canción y "No Controles" eran mis favoritas. Recuerdo cantar y bailar esta canción en el salón de casa y en alguna fiesta del colegio. Me sigue pareciendo una canción fabulosa, que no habla de nada, pero que resume la euforia que vivimos en los 80. Esto son los 80 que aún no han vuelto: hasta que no vuelvan las hombreras, seguimos en los 70. Vicky Larraz fue lo mejor y lo peor: demasiado buena para su ego, no debería volver nunca, por mucho que las modernas de la difunta ReMovida bailaran "Bravo Samurai" (¿tuvo alguien una chaqueta como esa?).




7. "But if you try sometimes, well you might find, you get what you need. Oh yeah!"

The Rolling Stone. "You Can't Always Get What You Want". La selección de canciones de esta edición es un mareo, lo reconozco, ¿qué hacen los Rollins -como se llaman en España- aquí? Pues que esta es, para mi, no es sólo su mejor canción, es la única que me gusta. Es por la letra, que me parece que resume la vida: no conseguimos lo que queremos, sino lo que necesitamos -a veces. Al menos, a mi me pasa una y otra vez. Además, mi mitad argentina se rebela de vez en cuando y me sale por peteneras, como en este caso. Me ha sido difícil elegir el vídeo que poner: hay un montón de vídeos de actuaciones en directo de las momias en que se han transformado los Stones -como se llaman en el resto del mundo-, que no me apetece poner. Hay una versión de Aretha Franklin, que no está mal, pero sería hacer tramapa. Así que pongo, literalmente, la versión del single del 68.



8. "¡Me equivoqué! Seguí las pautas de mi instinto animal y me entregué como instrumento de tu vanidad."

Alaska y Dinarama. "Un Millón De Hormigas". Gente que sabe más de música que yo, le da a "No Es Pecado" un 10 y no puedo estar más de acuerdo. Es el disco Berlanga-Canut que más me gusta -"Deseo Carnal" me gusta una mijita menos- y, por extensión, uno de los mejores del pop español. No estoy descubriendo nada, ya lo sé, aunque no esté de más recordarlo de vez en cuando. "Un Millón De Hormigas", que fue el tercer single y tuvo tan poco éxito como los dos anteriores, tiene la virtud de ponerme de buen humor. De hecho, todas las canciones -menos una- de esta lista son capaces de hacerme sonreír y levantarme el ánimo, en cualquier sitio y ocasión. Lo cierto es que es esta época y este estilo ("Yo Sólo Creo Lo que Veo", "Alto Prohibido Pasar", "Nacida Para Perder") mis preferidos de las carreras de Berlanga, Canut y Gara, sin menospreciar vulcanos, ángles y otras canciones profanas.




9. "¿Quién te ha dicho que voy volando por los tejados detrás de ti? ¿Quién me espía enmascarado desde las sombras de mi jardín?"

Olé, Olé. "Conspiración". Esta es la otra cara de la moneda. Alguien les debe de haber dicho que eran buenos y estos chicos decidieron hacer una versión pop de la Habanera de Carmen. No, no, no. Seguro que fue idea de Vicky Larraz, quien, ya en solitario, hizo una versión pop de la Danza Quinta de Granados: ¡en castellano y en inglés! ¿Cómo es posible que esta canción me ponga de buen humor? Porque contiene una de las estrofas más ridículas -y divertidas- del pop español: "¿Quién me manda vídeos anónimos? ¿Quién se bebe mi Pipermint?" Me río cada vez que la escucho -o leo o escribo- ¿Sería en esos años una bebida sofisticada?




10. "I've got a chip on my shoulder with you name on it. Knock it off. So don't just stand there foolin' if you don't want it. Knock it off."

Pointer Sisters. "Dare Me". Es mi canción favorita de las Pointer Sisters -y representa, otra vez, esos 80 que siguen sin volver. Siempre me ha gustado el vídeo, los aires años 40 y ellas, primero travestidas y luego disfrazadas de las brujas (ácidas) de Macbeth. Creo que las Pointer Sisters están inmerecidamente olvidadas -y no entro a hacerlas competir con las otras hermanas en esta lista- y eso que tienen un puñado de temas fabulosos y les salió mejor que a otras la transición de la música disco a otros estilos. Que conste que a punto he estado de poner "Automatic", donde ponen voz de tío -va a resultar que eran "queer" avant la letre- y que Alan X recuperaba en "Action" a principios de esta década.



11. "If I could only have one wish this holiday, without a second thought I'd have to say, that you can't find what I want in any store. I just want you to be mine and nothing more."

Gloria Estefan. "Love on Layaway". No me gustan los villancicos, sobre todo esas versiones blandas, cursis y dulzonas, cantadas por viejas que ponen voz de niño, que son las que más se oyen, como parte del "ruido ambiental" de las Navidades. Sin embargo, me encantan las canciones de Navidad, desde el clásico de Irving Berlin al rock de los Teleñecos. Sólo hay una canción de Navidad que detesto profundamente: esa de un grupo afro-alemán, que suena machaconamente en España en está época, y es una de las razones por las que prefiero no pasar Navidades en España.

Además, la Navidad, hoy por hoy, es exceso y se me ocurren pocas cosas más excesivas que esta canción de Dª Esfínter. Es una fantasía caribeño-navideña, con campanas, citas a un clásico navideño y una letra que vale tanto para Navidad, como para la Noche de San Juan. La Estefan ha sido capaz de lo mejor y lo peor: su regreso, después del accidente aquel, fue estupendo y supo recrear, mejor incluso que Cher, la música disco en los 90. Pero no sé si es posible perdonarle la Conga ciclista.





Esta es la última entrada de este año: mañana me voy de vacaciones y regreso mediado enero. Por eso, os deseo una buena entrada en el 2009.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Volvamos a jugar

En octubre, os propuse un juego: descubrir la canción por su letra. Por el número de comentarios, fue una de las entradas más populares. Así que, aquí vamos de nuevo. Incluso hubo quienes (Brecken y Pasaelmocho) me copiaron y mejoraron la idea -lo que es el mejor halago.
Yo, que soy muy clásica, repito el fomrato: así que, aquí vamos de nuevo.




1. "Baby, don't you want me to go. So honey, why dont you beg me to stay? For love and talk the way we used to talk, 'till we both know what we've lost. Never say the words we did before, when it was over."



2. "... the time has come for my dreams to be heard. They will not be pushed aside and turned into your own, all cause you won't... "



3. "Without love, there’s no reason to live. Without you, and what would I do with the love I give?"



4. "Let me take you on a trip. Just a simple journey. A journey full of sound and beats. One that would lead you down, way out to... "



5. "Two people take a vow to be together and live and love each other forever. They promise to love a lifetime, funny thing, then they change their minds. They both go their separate ways and love is just a memory. But a young heart doesn't stay sad long, another love soon comes along."



6. "... pensando en no se qué, me tranquilizaré, mis huellas se desgastan, tus pistas me despistan. Dime ¿cuándo?... ¿Cuándo?"



7. "But if you try sometimes, well you might find, you get what you need. Oh yeah!"



8. "¡Me equivoqué! Seguí las pautas de mi instinto animal y me entregué como instrumento de tu vanidad."



9. "¿Quién te ha dicho que voy volando por los tejados detrás de ti? ¿Quién me espía enmascarado desde las sombras de mi jardín?"



10. "I've got a chip on my shoulder with you name on it. Knock it off. So don't just stand there foolin' if you don't want it. Knock it off."



11. [Porque es Navidad.] "If I could only have one wish this holiday, without a second thought I'd have to say, that you can't find what I want in any store. I just want you to be mine and nothing more."



La solución, después de Navidad. Merry Christmas, darling.

martes, 16 de diciembre de 2008

Volver a Bruselas

Este pasado fin de semana, estuve en Bruselas, donde viví 5 años, del 2000 al 2005. Fueron esos unos años muy buenos, durante los que me divertí mucho, aprendí unas cuantas cosas, conocí a un puñado de mis mejores amigos y, una noche de febrero del 2003, empecé de nuevo, como bien lo sabía la ciudad, que amaneció totalmente cubierta de nieve al día siguiente.

Fue un finde estupendo, en el que "hacer", lo que se dice "hacer", hicimos muy poco. A parte de salir a tomar algo el viernes -a los sitios de siempre, incluida la casa de Mamá-, el sábado organizamos una fiesta, en la que, si bien no estaban todos, sí todos los que estaban eran de ese grupo de gente que echamos mucho de menos. Hablamos, bebimos, nos reímos y bailamos mucho -gracias a un gran pincha, capaz de mezclar clásicos de la italo-disco, con esa canción de las "Weather Grils" por la que hasta a los jugadores de rugby se vuelven locos.

El domingo, comimos -muy bien- en casa de unos amigos, que estuvieron, hace menos de un mes, en Argentina y Uruguay. Mirando sus fotos, me di cuenta de que me gusta volver a Bruselas, que volvería a vivir allí, que echo de menos sus mejores cosas y a mis amigos, pero que no siento nostalgia. Fueron 5 años fabulosos, que forman un periodo de contornos definidos, que viví intensamente, pero que recuerdo sin melancolía.

Me di cuenta de eso, porque viendo esas fotos sentí una pizca de la melancolía que me desborda cada vez que vuelvo a Buenos Aires -la ciudad por antonomasia para Volver (no descubro nada). Nostalgia de mi infancia -ese jardín perdido, al que le canta Fito Páez- y, lo que puede parecer extraño, de la vida que no he tenido.

Me considero, como ya he dicho alguna vez, un español de ultramar, lo que supone, entre otras extravagancias, tener un bagaje híbrido, que me hace emocionarme en un mismo grado con "Suspiros de España" y con "Adiós, Nonino" y que me permite reírme esperando la carroza o al borde de un ataque de nervios.

Nostalgia por las opciones no escogidas y por las posibilidades marchitas, intuición de lo que posiblemente he perdido. No por eso dejo de reconocer la gran suerte que he tenido y lo mucho que he ganado, pero todavía quiero todo -lo que me gusta pensar que es un rasgo adolescente-, por eso busco tener ya no sólo lo vivido y lo que me queda por vivir, sino, además, en una pirueta ucrónica -del corazón, más que de la cabeza- quiero tener los pasados, presentes y futuros que no han sido.

martes, 9 de diciembre de 2008

A vuelta con las décadas

Llevo no sé cuántas semanas dándole vueltas a esta entrada. Últimamente, escucho cosas contradictorias: unos dicen que volvemos a estar en los 70 y otros que vuelven los 80.

Cada vez más, pienso que las supuestas vueltas de las décadas no son más que estrategias de ventas, aprovechando que la vida es ahora más larga y que, a pesar de todo, tenemos más dinero, para permitirnos, 20 años después, comprar toda la moda, la música y los muebles de nuestra niñez y adolescencia.

Además, se trata de algo relativamente moderno. Que me corrija alguien, pero creo que la primera década en la que pasó fue, precisamente, en los 80, con su mezcla del estilo de los 40 -basta ver el vestuario de Oleg Cassini para Gene Tierney en "¡Qué El Cielo La Juzgue!"- y la moral de los 50. Porque los 80 fueron años de líneas rectas y limpias -y blancas, lo que también parece volver con fuerza. Sinceramente, a mi me parece que los 80 no empezaron de verdad hasta mediada la década, con la "revolución conservadora" y las ansias por hacer dinero, con las hombreras y los calentadores, el aerobic y el culturismo, los yuppies y la Bolsa, el SIDA y la monogamia, el ingreso en las Comunidades Europeas y el "morir de éxito" de Felipe González, la bella arruga de Adolfo Domínguez y los pelos cardados.

Antes, posiblemente gracias al Punk y, en España, a que se murió aquél señor, vivimos una continuación de los 70. ¿Pruebas? Esta foto y este vídeo. Los 70 fueron años convulsos y confusos, ambiguos, promiscuos, combativos y creativos, a espaldas a un sistema quebrado. Muertas las ilusiones de los 60 -el 68, en París, Praga o México; el 69, con la separación de los Beatles, la muerte de Judy Garland y las travestis del Stonewall.

Ahora, hay cosas que nos recuerdan a los 70: la crisis económica, Estados Unidos metido en una guerra extranjera impopular, la ex-URSS atacando -y no preventivamente- a un país vecino y, después del regreso de las barbas y las melenas, se anuncia el regreso del bigote.

Las pruebas de la posible vuelta de los 80 son una cantante nueva u otra o porque vuelve un cyborg u otra gente no se ha ido. Pero, por esa regla de 3, estarían volviendo los 50 y los 60 -entre Amy, Robson y Duffy- y los 90 -por Take That, por ejemplo.

Hace ya unos años, cuando todo el mundo decía que volvían los 80, Breckenridge y yo pensábamos que no, que lo que estaba volviendo eran los 70. Durante bastante tiempo, pensábamos que era una más de nuestras neuras -como el odio al entrenador personal gordo de nuestro antiguo gimnasio-, hasta que nuestras sospechas fueron confirmadas por La Prohibida, a la que hacemos muchos caso, desde que actuó para nosotros -de hecho, para Brecken- en junio del 97. En una entrevista -que ni conservo, ni sé cómo recuperar-, dijo que de revival de los 80 nada, que lo que estábamos viviendo era una repetición del final de los 70: a las drags asexuadas y asépticas, le sucedieron unas travestis sacadas de Laberinto -y eso nos parecía rompedor, si bien es cierto que algunas eran capaces de montar cosas rompedoras en el En Plan Travesti y mis admiradas Fellini le siguen volviendo las cosas del revés.

Así que, yo ya no sé qué pensar. No sé si dejarme bigote o afeitarme hasta las patillas, si comprarme unos calentadores o una cazadora de borreguito. Por eso, creo que lo mejor es preguntaros: ¿Vuelve alguna década? ¿Cuál? ¿Cuál es el indicio?

lunes, 1 de diciembre de 2008

El regalo

Vais a pensar que soy un coñazo, que después de una entrada sobre el 20-N y 12 días sin escribir, vuelvo a hacerlo sobre una efemérides. Quería haber escrito al menos una entrada, antes de publicar la de hoy, pero he estado más ocupado de lo que esperaba y, fundamentalmente, no terminaba de salirme.

Hoy es 1º de diciembre y es el Día Mundial de la lucha contra el SIDA. No puedo dejar pasar la fecha sin escribir algo, de la misma manera que, esta mañana, muerto de sueño por el madrugón inhumano que me he pegado, me he puesto un lazo rojo en la solapa. Sé que hoy se conmemora a los millones que han muerto de SIDA y que es importante recordar que hay 33 millones de personas infectadas, la mayoría de los cuales son demasiado pobres para tener acceso a las terapias triples anti-víricas, y que, cada año, hay más de dos millones de nuevas infecciones, así como denunciar la discriminación que sufren los seropositivos.

También se trata de insistir en la prevención. Se me escapa que, sobre todo en una sociedad opulenta y occidental, siga habiendo gente -mujeres, hombres, heterosexuales, homosexuales y todos los modelos posibles- que se infecta con el VIH, por ignorancia, inconsciencia o a propósito.

Como ya he contado, mi despertar sexual sucedió en los 80, por lo tanto, fue paralelo a la evolución de, digamos, la primera ola del VIH y el SIDA, que vino a sumar una dosis extra de confusión y miedo a mis dificultades para aceptar mi orientación sexual. Recuerdo también la ansiedad y el terror durante la espera del resultado de la primera prueba del VIH que me hice, y que no disminuyeron en nada ni con la segunda, ni con la tercera, ni con la cuarta prueba. Daba igual que hubiera practicado sexo seguro -o relativamente seguro-, porque siempre hay algo, por pequeño que sea, que no deberías hacer o no convendría que hicieras o que no es absolutamente seguro, pero que haces.

Hay un documental muy bueno, titulado "El Regalo" ("The Gift"), que trata sobre hombres que buscan infectarse. Se centra, sobre todo, en la historia de tres de ellos, todos más de 10 años más jóvenes que yo, que han participado voluntariamente en orgías, en las que ni hay condones, ni sexo seguro, ni se hacen preguntas -y que a mi se me antojan como especies de misas negras, de celebraciones del mal y la muerte, a pesar de sus ropajes de liberación y plenitud.

Personalmente, concibo la vida como una construcción, una "performance", por lo que soy capaz de entender la carga poética de seguir la llamada de la pulsión de muerte y conscientemente buscar la autodestrucción, con el alcohol u otras drogas, saltando del Viaducto, estrellando un coche contra un muro o a través del sexo, Pero, soy contradictorio y, en el caso del VIH/SIDA, me cuesta mucho entender que alguien decida infectarse o, al menos, decida ser un inconsciente. Posiblemente me cuesta por el miedo que le he tenido y porque, en el caso del documental, ninguno de los tres chicos parecen comprender del todo lo que están haciendo, salvo uno de ellos, cuando ya es demasiado tarde.

Quería terminar esta entrada con la escena final de "Longtime Companion", que me sigue pareciendo la mejor descripción de los primeros años del SIDA, pero no la encuentro -se ve que no todo está en Internet. He encontrado muchas otras cosas, pero no he encontrado ninguna con el mismo mensaje de esperanza, ni con la misma carga emocional. Así que no voy a poner nada y voy a terminar animándoos a ver la película -el documental, sinceramente, es tan deprimente como bueno.

Para el SIDA.