Escribo para mi mismo. Porque he descubierto el placer de releer las entradas para recordar mejor lo que vi y sentí. Escribo para relatarme mi vida a mi mismo. Esto supone que, como si fuera un papel pintado mal encolado a la pared, lo que aquí relato se despega ocasionalmente de lo realmente vivido y forma burbujas, con las que se adapta esa realidad a la lógica del relato, más que al caos ilógico y nunca lineal de la vida vivida. Por eso, en consecuencia, transformo los hechos en un relato y a quien menciono, y a mi mismo, en personajes de un pliegue de la realidad, sin por ello dejar de ser sincero.


martes, 9 de diciembre de 2008

A vuelta con las décadas

Llevo no sé cuántas semanas dándole vueltas a esta entrada. Últimamente, escucho cosas contradictorias: unos dicen que volvemos a estar en los 70 y otros que vuelven los 80.

Cada vez más, pienso que las supuestas vueltas de las décadas no son más que estrategias de ventas, aprovechando que la vida es ahora más larga y que, a pesar de todo, tenemos más dinero, para permitirnos, 20 años después, comprar toda la moda, la música y los muebles de nuestra niñez y adolescencia.

Además, se trata de algo relativamente moderno. Que me corrija alguien, pero creo que la primera década en la que pasó fue, precisamente, en los 80, con su mezcla del estilo de los 40 -basta ver el vestuario de Oleg Cassini para Gene Tierney en "¡Qué El Cielo La Juzgue!"- y la moral de los 50. Porque los 80 fueron años de líneas rectas y limpias -y blancas, lo que también parece volver con fuerza. Sinceramente, a mi me parece que los 80 no empezaron de verdad hasta mediada la década, con la "revolución conservadora" y las ansias por hacer dinero, con las hombreras y los calentadores, el aerobic y el culturismo, los yuppies y la Bolsa, el SIDA y la monogamia, el ingreso en las Comunidades Europeas y el "morir de éxito" de Felipe González, la bella arruga de Adolfo Domínguez y los pelos cardados.

Antes, posiblemente gracias al Punk y, en España, a que se murió aquél señor, vivimos una continuación de los 70. ¿Pruebas? Esta foto y este vídeo. Los 70 fueron años convulsos y confusos, ambiguos, promiscuos, combativos y creativos, a espaldas a un sistema quebrado. Muertas las ilusiones de los 60 -el 68, en París, Praga o México; el 69, con la separación de los Beatles, la muerte de Judy Garland y las travestis del Stonewall.

Ahora, hay cosas que nos recuerdan a los 70: la crisis económica, Estados Unidos metido en una guerra extranjera impopular, la ex-URSS atacando -y no preventivamente- a un país vecino y, después del regreso de las barbas y las melenas, se anuncia el regreso del bigote.

Las pruebas de la posible vuelta de los 80 son una cantante nueva u otra o porque vuelve un cyborg u otra gente no se ha ido. Pero, por esa regla de 3, estarían volviendo los 50 y los 60 -entre Amy, Robson y Duffy- y los 90 -por Take That, por ejemplo.

Hace ya unos años, cuando todo el mundo decía que volvían los 80, Breckenridge y yo pensábamos que no, que lo que estaba volviendo eran los 70. Durante bastante tiempo, pensábamos que era una más de nuestras neuras -como el odio al entrenador personal gordo de nuestro antiguo gimnasio-, hasta que nuestras sospechas fueron confirmadas por La Prohibida, a la que hacemos muchos caso, desde que actuó para nosotros -de hecho, para Brecken- en junio del 97. En una entrevista -que ni conservo, ni sé cómo recuperar-, dijo que de revival de los 80 nada, que lo que estábamos viviendo era una repetición del final de los 70: a las drags asexuadas y asépticas, le sucedieron unas travestis sacadas de Laberinto -y eso nos parecía rompedor, si bien es cierto que algunas eran capaces de montar cosas rompedoras en el En Plan Travesti y mis admiradas Fellini le siguen volviendo las cosas del revés.

Así que, yo ya no sé qué pensar. No sé si dejarme bigote o afeitarme hasta las patillas, si comprarme unos calentadores o una cazadora de borreguito. Por eso, creo que lo mejor es preguntaros: ¿Vuelve alguna década? ¿Cuál? ¿Cuál es el indicio?

2 comentarios:

Squirrel dijo...

1.- Te odio, me has robado el post.
2.- ¿Dónde se apunta uno al club de fans de la Jorja?
3.- Las décadas son una referencia total. Seguimos de revival de finales de los 70. Y con la crisis me temo que nada de 80's, ya no van a volver las hombreras, que son de época ricachona. Y mira que estaban a punto. Pero no olvides que los 70 dan para mucho, les queda cuerda. Lo de la vuelta de los bigotes es prueba.
4.- Gracias por citarme y linkearme. El post sobre el gimnasio, lo digo sin falsa modestia, es mi obra maestra junto al de Morgan Fairchild. La petarda en mí siempre acaba ganando al señor (no tan) serio.
5.- Gracias por recordar aquel encuentro con La Prohibida, en 1997. "A ver, ¿de quién es el cumpleaños" y el pobre José Luis "Es una despedida...". No es por nada, pero tú y yo estamos mucho más guapos ahora que entonces.
6.- Déjate bigote. Pero que M se ande con cuidado, porque vas a arrasar. Aún más que de costumbre.
Me encanta el post. Te lo voy a copiar.

Stanwyck dijo...

No, no te lo he robado, porque el que tú harás será distinto y mejor -sabes más de moda y diseño.
A La Jorja, la encuentras en la noche. Aparece cuando no te lo esperas. Eso sí, dado cómo está la noche en Madrid, seguro que es más difícil encontrarla.
Ese es otro indicio, creo, de que seguimos a finales de los 70: la restricción del ocio nocturno es el caldo de cultivo ideal para que una generación poco conformista -¿la hay?- cree nuevos espacios de esparcimiento y creación. No, no puede ser sólo el botellón.