Escribo para mi mismo. Porque he descubierto el placer de releer las entradas para recordar mejor lo que vi y sentí. Escribo para relatarme mi vida a mi mismo. Esto supone que, como si fuera un papel pintado mal encolado a la pared, lo que aquí relato se despega ocasionalmente de lo realmente vivido y forma burbujas, con las que se adapta esa realidad a la lógica del relato, más que al caos ilógico y nunca lineal de la vida vivida. Por eso, en consecuencia, transformo los hechos en un relato y a quien menciono, y a mi mismo, en personajes de un pliegue de la realidad, sin por ello dejar de ser sincero.


martes, 21 de octubre de 2008

El blog secreto

En la primera entrada, mencioné que hacía un tiempo había tenido otro blog, pero que aquél era un blog secreto. No voy a recuperar esas entradas, aquel blog está muerto y enterrado. Un "blog secreto" no deja de ser un diario personal electrónico. Siguiendo la lógica de esconder un elefante en la jaula de elefantes del zoológico, un blog del que no hablas es prácticamente inencontrable; es más seguro que un diario de esos con candado.

Mi antiguo blog era una vía de desahogo, en un momento en el que viajaba mucho, vivía entre dos ciudades, me sentía un poco extraño en la ciudad que considero mía y no estaba muy claro ni mi futuro profesional, ni cómo sobreviviríamos mi chico y yo a la distancia. Todas esas incognitas se despejaron: conseguí el trabajo que quería, me mudé a otra ciudad, dejé de viajar y mi santo y yo volvemos a vivir juntos. Sin embargo, me he dado cuenta que este nuevo blog es también una vía de desahogo. Cuando respondes a las preguntas que te angustian y despejas las incógnitas que te inquietan, aparecen otras -y, cuando eso deja de pasar, es que te has muerto.

Breckenridge, que tiene un blog estupendo, ha escrito cosas buenísimas sobre mi, que no merezco, y sabe mucho, dice que los blogs se escriben, en primer lugar, para uno mismo. Tiene razón, claro. Este blog me está permitiendo recuperar recuerdos, sobre todo buenos, que tenía enterrados, y me da un taburete, en un "rincón del orador" virtual, para opinar y contar mi vida.

Los blogs reflejan la personalidad de su autor, aunque no necesariamente toda. Si yo escribiera esto con 10 años menos, estoy seguro que sería más entretenido, tal vez menos reflexivo y, seguramente, estaría vertebrado por la sucesión de conquistas, derrotas, amores y desamores, alrededor de las que -me gusta pensar- giraba mi vida de soltero. Sería parecido, aunque peor, que el diario que escribió -y terminó publicando como libro- mi amigo Jota Ele. Si ahora me pusiese a escribir sobre mi vida cotidiana, tendría que hacerlo sobre lo que puse ayer de cena -una pierna de cordero asada con pesto de menta, muy rica, por cierto-, los paseos otoñales por la playa, lo mucho que me duele el culo después de 4 horas de bici, lo que me aburro en el trabajo o sobre uno chulo del gimnasio que me miró un día.

Así que, en vez de eso -sobre lo que no descarto del todo terminar escribiendo-, me está saliendo algo bastante introspectivo, un poco melancólico y con un punto petardo. Me está sirviendo de terapia y, como ya he dicho, ayudando a recobrar la memoria. Además, espero que sea el canal para compartir algunas obsesiones y dar salida a un par de cosas sobre las que quería escribir desde hace tiempo (la primera es "Max", claro).

Estoy teniendo una semana rara. Tal vez por eso, esta vez me ha salido una entrada circular y casi una presentación. Lo cierto es que tengo en la cabeza un puñado de entradas que "necesito" publicar -esta es una- y, hasta que no despeje el atasco, queridas y pacientes lectores, va a ver alguna otra entrada como esta. Me daré prisa.

2 comentarios:

Squirrel dijo...

No te des prisa, darling, que estas entradas "Introspective" (nunca pierdo ocasión de citar a los PSB) me gustan mucho.

A mí me sorprende mi cambio de registro desde que empecé, hace poco más de una año, a escribir el blog de Breckinridge, y sin embargo y por otra parte me autocito constantemente, pero eso es porque siempre escribo sobre las mismas cosas (a punto he estado de repetir el "Navidad en Octubre"). No oculto que a veces me gustaría escribir algo más serio y sesudo, otras algo más frívolo (aún), por eso me dejo llevar por el momento, el día, la semana. Voy a tener que hacer un blog secreto. Lo llamaré "hairy, dirty and sweaty" si es que no existe ya.

Te juro que no sé de dónde saco el tiempo para escribir las entradas (y buscar fotos, vídeos, etc), leer otros blogs y enviarles mensajes, pero lo encuentro. A pesar de que estoy muy contento en el universo femenino en el que trabajo ahora, me tienen absolutamente machacado con un horario infernal. Pero como estoy al lado de casa no me quejo. Y ayer me fui a la hora de comer con una compañera a una clase de step aerobic (algo que no había hecho en mi vida) y me lo pasé muy bien y sudé como una auténtica cerda. El otro chico que estaba en la calse lo hacía mucho peor que yo. Alucino con los abdominales que gastan algunas cuarentonas.

Hoy diluvia y hace muchísimo viento en Madrid. Ya sabes que me encanta la lluvia. Qué bien me vendría tu pata de cordero de anoche (ya me darás la receta). Y qué hambre tengo. Como se acerca el día-D estoy bulímica, a ver si recupero la cintura. Además este fin de semana nos vamos al campo, qué nervios.

No sé por qué te pongo esto en el blog en vez de en un correo o en el facebook, o directamente te llamo (bueno, eso no, por la diferencia horaria, aquí no son las 9 aún y ya me tienes en el despachito, viendo la calle Alcalá por la ventana).

Bss mil.

Anónimo dijo...

En un momento tan horrible como el que viví hace unos cuantos años, escribir me alivió. Ni siquiera sabía que podía hacerlo, pero a medida que iba tejiendo frases, lograba ordenar mis pensamientos y mi rabia encontraba huecos para la tregua. Sigo haciéndolo sin ninguna intención y gracias a ello, logro conocerme un poquito mejor. Gracias por descubrirme este espacio lleno de pensamientos y relatos. Quizás así también pueda conocer un poco más de ti.

Beso.